miércoles, 13 de mayo de 2009

La mala educación sexual

El anuncio de la ministra Trinidad Jiménez para dispensar la píldora postcoital sin receta en las farmacias no ha pasado desapercibido afortunadamente. He estado leyendo varios artículos para incluir en este post algunas afirmaciones con autoridad. He pensado que un poquito de información robada no nos vendrá mal.


Es sin duda un tema delicado por muchas razones, y es ahora cuando pretendo exponer claramente algunas ideas sin liarme y aburrir a nadie. En primer lugar me encanta que se genere un debate en torno a la educación sexual, porque si en este país pecamos tantas veces de falta de educación en muchos sentidos, no digamos cuando se trata de la sexual. Desde hace un par de años todo lo que tiene que ver con la Planificación Familiar me ha interesado mucho. En Madrid existen varios centros del Ayuntamiento que se dedican a esta labor y empecé a tomar contacto con el que me corresponde precisamente en una ocasión en la que tuve que beneficiarme de su servicio. Sin entrar en detalles personales, lo que más me atrajo fue el trato que desde entonces he recibido en dicho centro. Te atienden normalmente con mucha rapidez, pero sobre todo con mucha profesionalidad porque aparte de todos los folletos de información acerca de anticoncepción, enfermedades de transmisión sexual (ETS) u otros temas muy sociales, te ofrecen la posibilidad de solicitar una consulta con la ginecóloga del centro por si nunca te han hecho una citología y a partir de ahí hacerte un seguimiento.


Esto en líneas generales, pero lo más importante en cuanto al debate social que se ha generado, es que antes de dispensar la píldora del día después la paciente ha de responder a una serie de preguntas y en definitiva mantener una pequeña charla que al menos oriente al responsable que la atiende para saber en qué condiciones está facilitando la pastilla. Responden a todo tipo de preguntas y sobre todo se muestran abiertos a que acudas en su ayuda aunque sea simplemente por prevención. He leído que en algunas comunidades el conseguir la postcoital puede ser una odisea, pero al menos la labor de este sitio en concreto ( Centro Joven) alcanza de sobra el aprobado y a mi parecer funcionan muy correctamente. No ocurre así con la mayoría de los adolescentes y la mayoría de las personas en nuestras relaciones. En este tema en concreto muchas veces somos los ciudadanos los que metemos la pata una vez tras otra, ya que por suerte o por desgracia ni los médicos ni los sexólogos asisten a nuestros encuentros más íntimos para advertirnos de todos los riesgos posibles. La verdad es que no sé cuál sería el remedio divino para inculcar una educación sexual sin carencias y suficiente para todos los que se inician.


Es algo difícil de enfocar, pero aunque entiendo los efectos positivos que ha podido tener en otros países la venta libre de la postcoital, me asusta el imaginarme a muchas chicas, algunas muy crías, que con esta medida tranquilizadora se olviden por completo de que este es ante todo un método de emergencia. Y no lo digo ni mucho menos con una intención adoctrinadora, sobre todo porque hasta el momento a mí me han explicado que la píldora del día después no es una pastilla abortiva. En una ocasión una estudiante de enfermería intentaba convencerme de todo lo contrario con el apoyo incondicional de otros presentes, pero me permití el lujo de cuestionarla. La única razón que yo tenía para contradecirla era que un médico me lo había explicado en Planificación, y de hecho así está expuesto en el gráfico de la Federación de Planificación Familiar Estatal que elmundo.es ha publicado en un reportaje esta semana.



No sé vosotros, pero la mayoría de las veces cuando me veo en medio de conversaciones sobre sexo, anticonceptivos y todo lo que pueda estar relacionado, la mayoría de las veces el único miedo que atormenta a la gente es el del embarazo no deseado. El riesgo de contraer alguna ETS pasa por alto, así que en este sentido me intriga saber cuál va a ser el efecto en la población. Creo que en primer lugar el Gobierno y todas las pertinentes instituciones deberían insistir sin cansancio en el uso de todo tipo de anticonceptivos, concienciar a los colegios, a las familias, a los medios…a todo el que por alguna razón le corresponda el transmitir un mensaje.


Nos falta todavía mucho por aprender, supongo que sobre nuestra cultura pesa todavía un pasado de analfabetismo y desinformación que no ayudan a que aprendamos sobre un tema que en parte sigue siendo tabú. Repito que todas las facilidades para que la gente acceda a los anticonceptivos me parecen positivas, lo que pongo en duda es que cualquier persona pueda ir a una farmacia y adquirir Norlevo de la misma manera que puede comprar una caja de ibuprofeno. El asesoramiento me parece imprescindible y dudo que los farmacéuticos vayan a tener tiempo de hacernos pasar a la botica para explicarnos cómo funciona el comprimido. De momento algunos médicos han expresado que preferirían que sigan siendo los centros de salud los que den la píldora y la Organización Médica Colegial teme que se produzca una banalización del consumo. Claro que también se han conocido muchos casos en los que varios médicos o farmacéuticos se han negado a recetar la pastilla alegando objeción de conciencia.


Me doy cuenta que tras escribir este largo post y leer distintas informaciones sigo sin tener ni idea de qué será mejor o peor. Venta libre ¿Sí o no? Menos mal que la ministra no soy yo.

9 comentarios:

  1. Yo que soy un poco retorcido lo que veo en la venta de esta pastilla sin prescripción médica esq la gente irá directamente a la farmacia y pagarán por ella, mientras que si vas a un centro de planificación quien paga es la Seguridad Social. Total, que se quitan un gasto de encima de la hostia, ni reforma social ni pollas, el dinero, siempre el dinero XD.

    ResponderEliminar
  2. Puede, pero tampoco creo que hasta el momento a la SS le haya supuesto un gasto insostenible. Yo lo que veo es que la gente va a comprar la pastilla y la va a tener en casa como el que tiene una caja de preservativos

    ResponderEliminar
  3. Yo lo tengo claro, sí estoy a favor de la medida tomada por la ministra. Es cuestión de libertad para elegir. Igual que con el aborto, aún teniendo mis dudas por otros hechos, estoy en contra porque no se da a elegir a una futura (o no tan futura) persona en gestación, con la píldora cada uno es libre de ir a comprarla o no. Luego, si se abre la veda y hay quien la compra todos los fines de semana, esa persona elige que hacer con su cuerpo y si se lo quiere destrozar. Por esa regla de tres habría que prohíbir el alcohol y tabaco. Cada uno es libre de fumar (mientras no perjudique a los demás) sabiendo que le puede causar un cáncer de pulmón, si lo acepta allá cada uno (insisto, mientras no se perjudique a los demás) o de provocarse una cirrosis que le lleve a la tumba.
    Luego está el tema de la información, pero es que eso no es sólo importante con la píldora del día después. Mucha gente se automedica con otras sustancias y se lía en su cuerpo la de Dios es Cristo. También es válida la información para el ejemplo anterior del alcohol y el tábaco... y para casi todo lo que se hace o se toma. Hay quien piensa que por no comer se adelgaza y es malísimo para la salud, ¿por qué? por falta de información sobre cual es una dieta adecuada. La información está ahí y se debe hacer todo lo posible porque llegue a la mayoría de la gente a través de diversos cauces, pero también hay que querer buscarla.

    Bueno, paro que si no escribo más que tu, Larilla, y este es tu blog. Pero para terminar, me permito una sugerencia; QUITA ESE VERDE TAN HORRIBLE DE FONDO, POR DIOS. jejeje.

    ResponderEliminar
  4. jajaja, es que soy muy perezosa para esto del diseño ¿es este un poco más digerible? porque sé que en el fondo la apariencia es importante para que la gente se pare a leer.
    Bueno, respecto al tema tampoco te quito razón. Quizá sí que venga bien algo más de libertad, pero no olvidemos que lo único que ha cambiado es el proceso, y que hasta el momento era posible acceder a la postcoital sin importar la edad ni ninguna otra condición. Quizá es que he sido afortunada y no he sufrido al agobio de buscar la dichosa pastilla y no encontrarla. Desde luego sí que he agradecido el hablar directamente con un médico o enfermero y que me explique todo lo que viene en el prospecto. De hecho me han aconsejado que me olvide del prospecto.
    Bueno, ante todo que vivan el amor y el sexo libre. Después que venga lo que haga falta...

    ResponderEliminar
  5. Ahora está mucho mejor, Laris, jajaja.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  6. 1-Abre una entrada sobre LOST ya mismo.
    2- Estoy de acuerdo con la medida tomada, aunque creo que hay una cosita que cogea, que es el acceso a ella a partir de los 16 años sin el consentimeinto de los padres.

    ResponderEliminar
  7. tendré en cuenta la petición, pero quiero ver de nuevo el capítulo y revisar alguna información porque la verdad es que el tema de Lost me supera un poco. Es tanta información y tanto nudo sin desenlace que necesito organizar mis ideas, pero viendo el interés escribiré el post esta semana ;)

    Respecto a tu comentario sobre la píldora no sé si te he entendido bien. Dices que no estás del todo de acuerdo con que se dé a los 16 años ya sin consentimiento?? ESo es lo que entiendo. Bueno, precisamente a mí ese punto me parece de los positivos, hacer discriminación con la edada me parece más contraproducente porque todavía hay mucha gente que se niega a pedir ayuda a sus padres con estas cosas por las posibles represalias.

    ResponderEliminar
  8. A mí con este tema me pasa un poco como a ti, que por un lado apoyo el hecho de que se den el máximo de facilidades para evitar embarazos no deseados, pero por otro lado pienso que igual la gente un poco cazurra que no se lee las contraindicaciones o que quizá no está bien informada y asesorada, tenga la caja de la píldora del día después en su casa como un método aniconceptivo más.

    Estoy de acuerdo contigo en que lo pricipal es la información, la educación sexual... empezando en los colegios, pero también en las casas, además de en los centros de planificación y lugares por el estilo.

    besuu

    ResponderEliminar
  9. No estoy en contra de la medida, pero me parece innecesaria. Ya existen mil mecanismos para evitar embarazos no deseados y ETS. También hay mucha información sobre estos temas (las niñas no son tontas). La solución es la prevención y en caso de no haber prevenido o fallado el mecanismo, acudir a un centro de planificación. Estoy de acuerdo con Carlos, un gasto menos para el Estado, una preocupación menor a largo plazo para los políticos, una facilidad para que los médicos pro-vida (como si los demás fuésemos pro-muerte) no tengan que rasgarse las vestiduras...y dispensar la píldorina.
    amaya

    ResponderEliminar