Ahora me lamento por todas las veces que he pasado por la sala Joy Eslava y me he detenido a mirar las fechas de los conciertos de Antonio Vega. Incluso me avergüenza un poco el sentimiento de culpabilidad por todas las veces que pensaba “algún día” con mucha despreocupación. Afortunadamente “las cosas pasan y la música queda” en palabras del propio Antonio. Para bien o para mal, con mejor o peor gusto, hoy va a ser su día y los medios no van a escatimar en homenajes. Radio 3 ha interrumpido su programación para dedicar el día al compositor. Hay artistas que desaparecen y entonces alcanzan el reconocimiento, en otros casos con suerte han sentido ya en vida el cariño de seguidores, críticos y compañeros. Me gusta leer a los periodistas que con mucha elegancia y afecto escriben los merecidos obituarios. Por eso me dispongo a leer los de Diego Manrique y Jesús Ordovás, apuesto que estarán a la altura, así que os dejo el link.
Antonio Vega, la fragilidad del acero, por Diego Manrique
Querido Antonio, por Jesús Ordovás
Muy triste noticia, me acabo de enterar ahora, la verdad que ahora no escuchaba mucho su música pero si me dio muchas buenas horas macha pop unos años atrás...
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